El ruido es uno de los factores más importantes que pueden restar calidad de vida a la especie humana. El resultado de la constante exposición a niveles demasiado elevados de ruido, en lugares como bares, discotecas, conciertos, en medio del tráfico y los transportes e incluso del excesivo uso de auriculares, puede generar la pérdida de la audición.

El ruido genera la pérdida de audición

Así nos lo hace saber la Comisión Europea de la Organización de la vida saludable, que ha estimado que, aproximadamente, 1,6 millones de personas (en Europa) pierden calidad de vida cada año. Especialistas en certificados acústicos como Teleacustik han corroborado los datos del informe de ruido Ruido y Salud, realizado por el Observatorio Salud y Medio Ambiente DKV Seguros-GAES junto a ECODES, que Japón y España, son los países más ruidosos del mundo.

La salud está en peligro

Si una persona está expuesta directa y continuamente a altos niveles de ruido en su vida tiene altas probabilidades de perder la audición. Las personas con más riesgo son precisamente aquellas que trabajan en establecimientos de ocio, como bares, discotecas y similares, soportando más de 8 horas, cada día, niveles superiores a 80 decibelios y, en la mayoría de los casos, sin la protección adecuada para los oídos.



A partir de 80 decibelios es necesario utilizar tapones para proteger los oídos. Según Aoife Kelly, investigadora del Instituto de Tecnología de Dublín (Irlanda), quién llevó a cabo un estudio que demuestra que las personas que se exponen diariamente a niveles de ruidos peligrosos pueden sufrir la pérdida de la audición, ha alertado que una exposición mayor a los 85 decibelios puede conllevar en el tiempo a la pérdida de la audición de forma permanente.

No sólo las personas mayores son de riesgo

Además, gracias a estudios recientes, se conoce también que cada vez más jóvenes -y en un número que va creciendo- vienen exponiéndose peligrosamente al riesgo de la pérdida auditiva. Se trata de personas que hacen uso permanente de reproductores de música con audífonos que se insertan en el oído o auriculares externos a volúmenes totalmente altos.


La preferencia del uso de auriculares que se insertan en el oído significa una exposición mucho mayor, a aproximadamente 120 decibelios (equivalente a un concierto de música) del oído interno causándole lesiones irreversibles como la hipoacusia, que es la disminución de la capacidad auditiva, o el tinnitus, que es la presencia permanente de sonidos en los oídos (zumbidos, latidos y demás ruidos) que se quedan y no desaparecen.

Este último puede resultar tan intolerable en algunas personas, que podrían sufrir de males psicológicos. Es así como entre un 5 a 10% de estas personas sufrirá problemas auditivos que normalmente aparecerían unos 20 años más tarde; por ejemplo, una persona de 40 años sufre por adelantado los trastornos de pérdida de audición de una persona de 60.

Un factor peligroso y sigiloso

Es más, el daño se extiende al cerebro porque afecta al hipocampo, según estudios de la Universidad de Buenos Aires, donde se encontraron alteraciones en esta parte del cerebro con consecuencias como la pérdida de memoria y trastornos en el proceso de aprendizaje.



La única solución


La solución, es la prevención. Una medida para evitar la posible pérdida auditiva a temprana edad es limitar el uso de auriculares a 1 hora al día y solamente al 60 % de todo el potencial de volumen. O mejor aún, prefiera no usarlos. Depende de usted conservar en buen estado su audición.

Tags

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *