Según un nuevo estudio, los jóvenes con estrabismo durante la infancia tienen un riesgo casi tres veces mayor de sufrir depresión, déficit de atención, ansiedad y fobias en el futuro. El tipo estrabismo que causaría estos desórdenes emocionales es el llamado exotropia intermitente, que se da cuando se enfoca la mirada a un objeto cercano y el ojo se desvía hacia el centro.
Un equipo de científicos del departamento de Oftalmología de la Clínica Mayo (Rochester, Minnesota, Estados Unidos) ha realizado un seguimiento durante 20 años de los casos de 183 pequeños con exotropia intermitente y otros tantos sin esta patología, con el objetivo de evaluar la prevalencia y las diferencias sexuales de las enfermedades psiquiátricas entre los jóvenes con esta patología.
Los resultados arrojaron que, el 30% de los miembros del grupo control desarrollaron un desorden mental, mientras que entre los pacientes con estrabismo, el porcentaje aumentaba hasta el 53%. Es decir, “los niños con exotropia intermitente tenían un riesgo 2,7 veces mayor que aquellos pequeños sin la afección visual”, tal y como versa el estudio publicado en ‘Archives of Opthalmology’.
Además, el estudio refleja que la afección se presenta en mayor porcentaje en el sexo masculino que en el femenino. De los 183 individuos con estrabismo, 118 eran mujeres y 65 hombres, del 53% de los afectados por alteraciones mentales, la mayoría fueron varones (63%). También en el grupo de control, el porcentaje de enfermedades mentales fue significativamente mayor en los varones que en el sexo contrario.
Tras analizar el tipo de desórdenes mentales más frecuentes, las conclusiones fueron que los hombres con exotropia intermitente tenían más riesgo de padecer depresión y problemas de adaptación que sus compañeros del grupo control. En cuanto al sexo femenino, aquellas con estrabismo sufrían más problemas de ansiedad, déficit de atención, hiperactividad o fobias.
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