Un equipo de investigadores suecos descubrió que los hombres que consumían la mayor cantidad de calcio a través de los alimentos eran menos propensos a morir en la siguiente década de vida que los que consumían la menor cantidad del mineral.

El equipo de la doctora Joanna Kaluza, del Instituto Karolinska, en Estocolmo, estudió a más de 23.000 hombres suecos, de entre 45 y 79 años al inicio del estudio y los siguió durante 10 años, teniendo en cuenta datos sobre su dieta.

Los resultados arrojaron que los que más calcio consumían tenían un 25 por ciento menos riesgo de morir por cualquier causa y un 23 por ciento menos de hacerlo por enfermedad cardíaca durante el seguimiento, que los que consumían menos calcio. Ese consumo no modificó significativamente el riesgo de morir de cáncer.

Los hombres en el tercio superior, según su nivel de consumo de calcio, ingerían casi 2.000 miligramos por día (mg/día), a diferencia del grupo en el tercio inferior que consumía 1.000 mg.
Los autores señalaron que el calcio podría modificar el riesgo de morir de varias formas. Por ejemplo, al reducir la presión, el colesterol o el azúcar en sangre.

Las principales fuentes de calcio alimentario en el estudio fueron la leche, los lácteos y los cereales.

A diferencia de lo que ocurre entre el calcio y el magnesio y el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, poco se sabe sobre la relación entre esos nutrientes y la mortalidad.

Este estudio, aseguró el equipo, no halló efecto alguno del magnesio porque todos los participantes ingerían suficiente cantidad con la dieta. “Se necesitan más estudios en otras poblaciones con bajo consumo de magnesio para confirmarlo”, indicó.

Esos estudios deberían medir también el consumo de calcio y magnesio a través del agua potable, que sería una fuente importante de ambos minerales.

Tags

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *