Un nuevo estudio, publicado en la edición en línea de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences, el tratamiento con una hormona relacionada con la pérdida de peso parece controlar la diabetes tipo 1 en ratones mejor que la insulina, lo que incrementa las probabilidades de un tratamiento nuevo e histórico para algunos humanos diabéticos.

Según el Dr. Roger Unger, coautor del estudio y presidente de investigación en diabetes del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas, “no hay garantía de que la hormona, conocida como leptina, funcione contra la diabetes tipo 1. Sin embargo, si la leptina logra efectos similares en seres humanos, liberaría a los diabéticos de tipo 1 de su régimen diario de varias inyecciones de insulina y monitorización estricta de la glucemia”.

Además, según Unger, la leptina podría ayudar a los diabéticos a controlar mejor su glucemia. “Vivirían más tiempo y no tendrían tantas incomodidades. Ese es el mejor panorama posible que podríamos esperar“, añadió el especialista.

Los pacientes de diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil, dependen de la insulina, que ha sido el tratamiento principal desde comienzos del s. XX: “El problema es que la insulina inyectada causa sus propios problemas de salud en el organismo. Los diabéticos de tipo 1 tienen un margen de error mínimo para tratar su afección y están en riesgo elevado de enfermedad cardiaca por la insulina”, señaló Unger.

En el nuevo estudio, los investigadores administraron leptina, insulina o ambas a ratones que tenían diabetes tipo 1. Tras el seguimiento, los científicos hallaron que a los ratones tratados con leptina únicamente o en conjunto con insulina les fue mejor. Su glucemia no fluctuó tanto, sus niveles de colesterol se redujeron y no se formó tanta grasa corporal.

Unger señaló que la leptina parece hacer un mejor trabajo que la insulina dirigiéndose a los mecanismos de control de la glucemia del organismo.

Ahora, “la leptina debe ser probada en seres humanos. Tenemos todos los motivos para creer que funcionará en el hombre, lo que conducirá a una mejor salud para los diabéticos” advirtió Unger.

Sin embargo no tiene sentido emocionarse demasiado hasta que un ensayo en seres humanos demuestre que funciona, cosa que tomará un par de años“, subrayó el experto.

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