Un grupo de investigadores de la Universidad Psiquiátrica de Basilea en Suiza y de la Universidad Libre de Bruselas en Bélgica han realizado un estudio con imágenes cerebrales que podría ayudar a explicar por qué algunas personas están más alerta a primeras horas de la mañana y otras por la tarde.

El estudio, dirigido por Christina Schmidt, informan que la capacidad del ser humano para mantenerse alerta y su habilidad para concentrarse se ven afectadas tanto por la cantidad de tiempo que una persona está despierta como por el momento del día, debido a que los ritmos del reloj circadiano operan según un ciclo de luz y oscuridad.

Los científicos emplearon imágenes de resonancia magnética funcional para controlar la actividad del cerebro de personas madrugadoras y trasnochadoras que pasaron dos noches consecutivas en un laboratorio del sueño y que realizaron periódicamente una tarea que requería una atención mantenida.

Los resultados sugieren que los trasnochadores suelen exceder a los madrugadores en la duración de tiempo que pueden estar despiertos antes de rendirse ante la fatiga mental. Tras 10 horas de mantenerse despiertos, los madrugadores mostraban una menor actividad en las áreas cerebrales vinculadas a la atención en comparación con los trasnochadores. Estas personas también se sentían más somnolientas y tendían a realizar las tareas de forma más lenta.

Estas áreas cerebrales incluyen una que alberga el reloj circadiano maestro. La actividad en esta área disminuía con el pasar de las horas los voluntarios pasaban despiertos, así, la presión del sueño aumentaba. Según los investigadores, esto sugiere que la diferencia de conducta entre madrugadores y trasnochadores se debe en parte al resultado de las interacciones entre las regiones cerebrales que controlan la presión del sueño y los ritmos circadianos.

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