Según explica un estudio publicado en la revista ‘Pediatrics’, cenar en familia, dormir lo suficiente y limitar el tiempo dedicado a la televisión, podría reducir hasta en un 40 % la incidentica de la obesidad en los niños en edad preescolar.

Sarah Anderson, profesora de Epidemiología en la Universidad Estatal de Ohio, y Robert Whitaker, profesor de Salud Pública y Pediatría en la Universidad de Temple (ambas en EEUU), contaron con una muestra de 8.550 niños nacidos en 2001, para realizar su estudio.

La recolección de datos, llevada a cabo en 2005, formó parte de un estudio llevado a cabo por el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, dedicado a recopilar información acerca de los ambientes para el aprendizaje, la sanidad y el desarrollo de los niños estadounidenses.

Anderson y Whitaker, examinaron cuál era la incidencia de obesidad entre los niños que seguían las siguientes rutinas saludables: cenar en familia más de cinco veces a la semana, dormir al menos 10 horas y media cada noche y ver entre semana la televisión menos de dos horas al día.

Al analizar los datos, los investigadores llegaron a la conclusión de que la prevalencia de la obesidad entre los niños que tenían estos tres buenos hábitos era del 14,3%, mientras que el 24,5% de los pequeños que no respetaban ninguna de estas prácticas sufría obesidad.

Los autores del trabajo consideran que si los hogares que no llevan a cabo ninguna de estas tres rutinas saludables adoptasen al menos una de ellas podrían disminuir el riesgo de obesidad en los niños en edad preescolar, mientras que si fueran dos o tres los buenos hábitos incorporados a la vida familiar el peligro se reduciría aun más.

Sin embargo, también se observó que algunos niños padecen obesidad aun cuando sus familias respetan estas tres prácticas saludables, por eso que los estudiosos recuerdan que hay que seguir alertas.

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