Un estudio, realizado por el investigador español David Martínez-Gómez, que desarrolla su trabajo en la Iowa State University (EEUU) y en el Grupo de Inmunonutrición, del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a otros científicos, revela que los niños que pasan mucho tiempo viendo la televisión podrían ver incrementado el riesgo de sufrir hipertensión.

Para arribar a sus conclusiones, se examinó la relación existente entre las actividades sedentarias, especialmente las realizadas frente a una pantalla, con los niveles de tensión arterial registrados en 57 niños y 54 niñas, con edades comprendidas entre los tres y los ocho años.

El tiempo pasado delante de la televisión o viendo películas se tradujo en una presión arterial más alta, incluso en niños delgados. El tercio de los que menos tiempo habían dedicado a estas actividades registró una presión arterial significativamente más baja en comparación con el tercio que más tiempo había consumido en esta ocupación.

Frente a estos resultados, los investigadores concluyeron que el tiempo consumido por los niños frente a una pantalla está relacionado con los niveles de tensión arterial, independientemente de la condición física del pequeño.

Martínez-Gómez, explica que este problema está en la interacción de factores negativos asociados a un mayor consumo de televisión, como la mala alimentación, pasar más tiempo sentado y sin realizar actividad física y menos horas de sueño. Esta combinación de elementos puede ejercer un efecto negativo y contribuir a la obesidad y a trastornos del metabolismo.

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